lunes, 27 de junio de 2011

Vellesa

Poco me sorprenden tus maneras poco ortodoxas de llamar la atención.  Verte me inspira la inmediata necesidad de tomar un cuchillo y debatirme a duelo entre mi yo y mi yo-tu.

Me provocas una nausea indeseable de todo lo que soy.

Eres la sombra dentro de la sombra de mi habitación. Y me parece que bailamos una danza muy antigua y cursi. Caemos sobre el aire espeso y flotamos por encima del sonido que llega hasta el corazón de todas las frutas y las madura suavemente.

Te sueño cadenciosa.

A veces hay episodios dramáticos como el de la barca medio hundida y el sol aplastante y la arena en los ojos y la boca seca. Casualmente volteo a verte como en una escena de una película que da asco y mi corazón-grieta infesto de sentimientos del todo formales.

          A veces es mejor no encontrarte.

                                                         Te deseo más.

viernes, 3 de junio de 2011

De nada me sirvieron los consejos.
Me entrego a tus vicios viscerales.
Me esfumo, desaparezco y no regreso nunca.
Envejezco en tus palabras.
Paso horas escuchando tu voz muy lenta.
Eres todos los hombres que he tenido.
Eres el hombre que he querido tener.
Te pertenezco.